Alumno Francisco Javier DOMÍNGUEZ
TÁBOAS. 31247698J
Fase
On Line del Curso
“La oralidad del siglo XXI: de la calle a
las aulas pasando por la red” (UIMP-LA CORUÑA, 13 al 17 de julio 2015)
[CONTIENE ENLACES DE VIDEO AL FINAL DEL
TEXTO]
COMPARTIENDO Y
EVALUANDO LA EXPERIENCIA DE IMPLEMENTACIÓN EN EL AULA (1 al 16 nov.)
INTRODUCCIÓN
En estos días de octubre y principios de
noviembre, cuando he puesto en práctica la Actividad del Trabajo de Exposición
Oral con apoyo de ordenador (presentación digital), dirigida a alumnado de 2º
de ESO, en sus dos fases de 1) TEMA LIBRE: “MI
MÚSICA, MI TEMA”, y 2) TEMA ASIGNADO: “MUJERES
COMPOSITORAS”, ha tenido lugar el desarrollo de la primera fase, la del
Tema Libre.
Los alumnos y alumnas han ido haciendo sus
presentaciones con buen ritmo pero sin presión por parte del profesor, de modo
que se han ido realizando según ellos se sentían dispuestos a ello. Así, los
trabajos se irán exponiendo a lo largo del curso, y los que se han expuesto
hasta la fecha son solo una pequeña parte del total, pero espero que sea suficiente para dar una visión
fidedigna del tipo de tarea realizada.
INTERVENCIONES
DE LOS ALUMNOS/AS
ASPECTOS COMUNES
En todos las exposiciones orales hemos
presenciado un patrón común que, respondiendo a las pautas/opciones que se
dieron en un principio, consistieron en: apoyo visual de un archivo Powerpoint con imágenes, texto, y música
sonando, bien durante cada intervención oral, bien en los intermedios de estos,
y las dos formas en una misma intervención, subiendo el volumen tras cada breve
alocución.
ASPECTOS DIVERGENTES
De manera resumida, para reflejar
someramente en que consistieron las diferencias más significativas entre unas y
otras intervenciones, podemos decir que éstas se debían a los distintos
temperamentos y capacidad de trabajo de los jóvenes ponentes.
En
cuanto a lo primero, la cuestión particular de la inhibición ante el público
dio lugar a que unos hablaran más que otros, emplearan mayor o menor cantidad
de texto de forma leída o como guion (esto recibía mejor nota, ya hablaremos de
la evaluación), o incluso, en algún caso excepcional, permití que alguna
presentación pudiera ser ofrecida por tres personas en lugar de dos (poniendo
más nota a quien tuviera un papel más preponderante en la exposición oral).
En lo que se refiere a la capacidad de
trabajo, los trabajos más meritorios en este sentido fueron aquellos donde, por
una parte, la aportación de datos e informaciones pertinentes era más adecuada
(no necesariamente más prolija, sino aquella que dependía menos de la lectura
del texto en pantalla), y, por otro lado, aquellas cuyas presentaciones-Powerpoint tenían un aspecto más
elaborado en cuanto a estética, orden, claridad…
EVALUACIÓN
Repito
aquí los criterios que me propuse evaluar, y posteriormente comentaré los
resultados de forma colectiva.
1) El registro
lingüístico es adecuado (ausencia de expresiones coloquiales y “muletillas”; comienzo adecuado de las
frases, propiedad del vocabulario, etc.).
2) El tema tiene
interés en relación con los contenidos de la asignatura.
3) Suscita la
atención del público (entonación vocal, amenidad en la exposición, variedad de
elementos expuestos).
4) La exposición
oral está acompañada de una presentación digital en pantalla; ésta es correcta
en su presentación, claridad y diseño.
5) Se acompaña de
datos, se basa en fuentes bibliográficas/digitales.
6) Utiliza
correctamente el tiempo disponible o hace un mayor o menor uso del asignado.
Los
puntos 2 y 4 fueron cumplidos por todos los alumnos/as, ya que: 2).- todos los
trabajos versaban sobre cuestiones musicales; y 4).- todos incluían su
presentación digital.
Los
demás apartados recibieron distinta valoración:
1) En algunos
casos llamó muy positivamente la atención la forma de expresarse e incluso la
entonación y hasta una cierta proyección de la voz para llegar a los oídos de
toda la clase, debido probablemente al propio interés de los ponentes en dar a
conocer los temas (cantantes, grupos, estilos…) de que estaban tratando. En
otros casos, en realidad la mayoría, hubo que corregirles y evaluarles con
menor puntuación el uso de un registro menos formal, el uso de “muletillas”, etc.). En este sentido, se
pone especialmente de manifiesto, la importancia de realizar este tipo de
actividades en clase.
2)
3) La valoración
de este aspecto resulta muy clara y evidente por las propias reacciones del
público: preguntas, comentarios, más o menos silencio, etc.
4)
5) Muy pocos
trabajos de exposición oral satisficieron este apartado. En los próximos
trabajos (en particular cuando empecemos con los de “Mujeres compositoras”, debemos recalcar la importancia de este
aspecto. Dentro de la presentación digital es interesante que incluyan, por
ejemplo en la última pantalla-diapositiva, los enlaces (los famosos links) de las páginas de internet que
han utilizado (al menos aquellas con una información más completa y relevante).
En el caso de referencias bibliográficas, es de esperar que los propios
alumnos/as no recurran a dichas fuentes por propia iniciativa. El profesor
puede complementar esta información, y también puede poner expresamente este
requisito, o bien ofrecerlo como una opción que puede hacerles subir la nota.
6) Este criterio
es el que he valorado de forma más flexible. En casi todos los casos, el tiempo
a emplear fue estimado a partir de saber, al principio de una determinada
sesión de clase, cuántos trabajos iban a ser expuestos, y de esta forma,
terminamos a tiempo las otras actividades del día, para que diera tiempo, valga
la redundancia, a desarrollar, los trabajos (uno, dos o tres…), que se iban a
exponer en ese día concreto. En otras palabras, este criterio de evaluación no
fue tenido en cuenta de forma especialmente significativa.
CONCLUSIÓN:
APORTACIONES DEL CURSO DE ORALIDAD A
NUESTRA
EXPERIENCIA DE ORALIDAD EN EL AULA
Es cierto que esta experiencia no es
completamente nueva, en relación con las propuestas ofrecidas por el Curso “La oralidad del siglo XXI: de la calle a
las aulas pasando por la red”. Es decir, un trabajo de exposición oral no
es algo que no se haya hecho antes en una clase de secundaria de cualquier
instituto de nuestro país, o fuera de él, y por supuesto que en mis clases de
Música lo había hecho con anterioridad.
Lo que sí ha resultado novedoso, una vez
incorporado desde lo aprendido en el Curso a nuestro diseño de la actividad, se
puede concretar en el reconocimiento de las siguientes necesidades, que
formularemos con verbos en infinitivo:
-
Ampliar
el margen de libertad y flexibilidad a la hora de proponer y enfocar el trabajo
de los alumnos y alumnas (libertad de elección y planteamiento de los temas,
flexibilidad en las condiciones o restricciones de tiempo, extensión del
trabajo, número de personas que intervienen, etc.).
-
Aportar
a los estudiantes todas las ayudas y apoyos posibles encaminados a hacerles
vencer en lo posible las dificultades relacionadas con la inhibición, el miedo
escénico y todos los problemas derivados (nerviosismo, problemas posturales,
inadecuación del lenguaje utilizado, ineficiencia en la comunicación…).
-
Perfeccionar
la evaluación y el aprendizaje de técnicas de expresión oral mediante el uso
del video, y el debate crítico por parte del alumnado que hace de público, el
profesor, y el propio alumno o alumna que ha realizado el trabajo de exposición
oral.
-
Dar
una continuidad a este tipo de actividad en el aula que se prolongue durante
todo el curso, de modo que al menos dos o tres veces, entre septiembre y junio,
cada alumno o alumna realice una tarea de expresión oral ante sus
compañeros/as.
-
Aprovechar
este tipo de actividades como un elemento básico de motivación: una oportunidad
para los jóvenes de expresarse ante un grupo de personas relativamente grande,
tratando sobre un tema, libre o asignado por el profesor, pero con unos
márgenes de flexibilidad y libertad que no limite esa cualidad, inherente a
cualquier ser humano, de expresarse y hablar delante de sus semejantes, sean
estos pocos o muchos individuos.
En Cádiz, a 30 de octubre de 2015
Francisco Javier Domínguez Táboas,
alumno del Curso “La oralidad del siglo XXI: de la calle a las aulas pasando por la
red”
(Universidad Internacional Menéndez
Pelayo. La Coruña, 13 al 17 de julio de 2015).